miércoles, 1 de julio de 2009

A VECES ESTOY TAN CANSADO!



Si algun lector de éste vuestro blog es aficionado a los libros de Asterix y Obelix del genial Uderzo, recordará, sin duda, esta expresión que da título a este texto puesta en boca de Abraracurcix, el jefe de la aldea gala. Sin que en absoluto tenga un servidor el mas minimo delirio de grandeza, llevo haciendo mía esta frase, junto con mi hermano Enrique, desde hace años. A ciertas edades y en ciertos entornos, tanto profesionales como sociales, el cansancio es algo que ya forma parte de nuestra vida; algo así como el hacer sombra o el tener que orinar recien levantado por las mañanas. Nos hemos acostumbrado a él y lo vivimos como nuestro, como propio. Pero hay días, semanas, meses, en que el volumen de estímulos agotador-cabreantes es de tal intensidad y frecuencia que de repente notamos que vamos poco a poco cansandonos más cada día, hasta que llega un algo/alguien que hace/dice algo que nos produce el mismo efecto que si de repente nos colgaran a la espalda la mochila de un montañero variante dominguero, repleta de inutilidades de peso elevado. Es la famosa gota que colma el famoso vaso. Es la famosa abuela en el puerperio inmediato. Y uno, feliz porque no es consciente de su cansancio fisiológico, de repente no se empieza a sentir cansado; de repente se nota que está muy cansado. Y a poca memoria que tenga, se da cuenta que, como casi todo en esta vida, la estupidez es también cíclica, y que aquello que de repente le ha hecho sentirse muy cansado, ha sido propiciado, pronunciado o realizado por los de siempre o tambien observa que la causa de ese derrengamiento no es más que más de lo mismo, o sea, variaciones sobre el mismo tema. Esto se sucede en el tiempo como los días dedicados a las causas nobles, que casi nadie se acuerda de ellos y de repente te caen encima al levantarte como una segunda ducha, esta vez de nobles y humanitarios ideales. Y ¡hala! la mochila a la espalda otra vez. Por todo ésto, "a veces estoy tan cansado..."

En una próxima entrada haré un sucinto resumen de algunas de las cosas que me producen esta condición.



Saludos

2 comentarios:

  1. Pues sí, yo tb me canso a veces y otras parezco tener la paciencia de Job. Pero hay días que te tocan las narices un poco mas y no sé por qué extraña razón ese día dices:" estoy deseando llegar a casa y desconectar del mundo o le voy a soltar una fresca al siguiente que se pase". Una que es tan pacífica!. Pero ya se sabe a veces se nos acaba el aguante.
    Saludos

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  2. Muy buena reflexión, Bela; son esos días que lo mejor que nos puede pasar es no encontrarnos con nadie,llegar a casa, sentarnos a ver una buena película(esa que llevamos tiempo queriendo volver a ver y nunca tenemos la oportunidad)y cuando termine irnos a dormir con la esperanza de que mañana todo va a ir mejor. Y, por lo menos, hemos disfrutado de una velada agradable y relajante.
    Un saludo

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